El líder y su legado

Y por causa de las aguas del diluvio entró Noé al arca, y con él, sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos. Génesis 7:7

NO ENTRE SOLO

La transmisión de valores en la cadena de traspaso del líder es como la obra de un autor o artista, que lo sobrevive y persiste a través del tiempo, es su legado.

De manera que no basta con disfrutar la bendición que Dios nos da, es necesario trasmitirla, y primero a la familia. Esa es la inicial y más importante responsabilidad de un líder en el Señor.

El plan de Dios para cada persona es la salvación no sólo del individuo, sino también la salvación de su entorno familiar en pleno.

Del libro de Génesis, un versículo que me ha marcado profundamente es el siete, del capítulo siete: "Y por causa de las aguas del diluvio entró Noé al arca, y con él sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos". Permítame explicarle por qué.

Noé no sólo construyó obedientemente el arca en el tiempo y forma determinados por Dios, sino que además entró en ella. La evidencia de que un hombre cree lo que está predicando es que lo practique. El hecho de que él personalmente fuera el primero en entrar dice cuan profundamente comprometido estaba con el mensaje que estaba dando.

En los procesos pedagógicos la teoría tiene gran importancia, pero ser ejemplo es el mayor poder con que cuenta un maestro. Nuestra familia escuchará lo que decimos, pero imitará lo que hacemos. Hay una máxima en pedagogía que dice: Lo que haces habla tan duro que no puedo oír lo que dices. Es inspirador conocer a un líder cuya vida es modelo de su mensaje. Lo contrario es desalentador.

Pero en el caso de Noé no sólo él entró, sino también su esposa. ¿Ha conocido usted a un hombre cuya esposa no apoya su ministerio? Al tal hombre le falta fuerza. No digo que no es un ministro, pero creo que cuando nuestra esposa no comparte la visión ni nos acompaña, la tarea se torna más dura y complicada. Ver a una pareja desarrollar la tarea ministerial en idoneidad es inspirador. Noé lo logró.

Ocasionalmente alguna persona se me acerca para preguntar mi opinión sobre su vida espiritual. Desea conocer si hay en él madurez, espiritualidad, unción, ministerio o llamado. Regularmente respondo "Nadie mejor que su cónyuge para contestarle esa pregunta". Un líder cuyo cónyuge le acompaña en su experiencia ministerial ha alcanzado buena reputación en el lugar más importante, el hogar.

El testimonio de Noé va más allá; no sólo él y su esposa entraron al arca, sino que también sus hijos entraron. Debemos considerar que estos hijos eran adultos casados. Alguno pudo haber dicho: "No tengo porque seguir a papá, yo tengo mi propia visión". Pero no fue así, porque la vida de Noé en la intimidad del hogar los había inspirado durante el desarrollo y formación del carácter. Sus hijos habían conocido que no existía contradicción entre el mensaje que predicaba Noé y se conducta. Noe era un líder ejemplar, comenzando en casa.

¡Qué hermosura cuando vemos que los hijos avanzan por la vida siguiendo el buen ejemplo de un padre responsable! Es muy fácil desviarse y permitir que los negocios, el trabajo y aun el ministerio mismo nos distraiga, ocupando lo mejor de nuestro tiempo, talento y esfuerzo.

Noe entró al arca, su esposa entró, sus hijos entraron, y lo que resulta aún más interesante es que las nueras también entraron. Estas no tenían ningún lazo consanguíneo con Noé. Sólo la inspiración de una vida santa provoca que tres nueras sigan a su suegro en una aventura como esta. Entrar en un enorme barco que estaba en tierra firme luce como cosa de locos. Pero no es locura cuando media una visión y una palabra de Dios; hay prosperidad cuando esa palabra es creída. Noé logró que sus nueras le creyeran; eso es verdadero avivamiento. El legado de Noé fue de fe.

El legado de Noé a su familia afectó para bien a generaciones. Dios trajo salvación a la humanidad salvando la familia. ¿Qué clase de legado quiere dejar usted? [Dr. Díaz-Pabón. Extractado de la Biblia del Pescador, Edición Liderazgo].

 

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